lunes, 1 de diciembre de 2014

FUNDACIÓN BETANIA PROCEDE A CERTIFICAR A 20 USUARIAS EN LA ESCUELA DE ALIMENTOS DE LA PUCV VALPARAISO

-La Fundación Betania Acoge trabaja con mujeres en alta vulnerabilidad social del gran Valparaíso.


Un grupo de 20 mujeres pertenecientes a  la Fundación Betania Acoge de Valparaíso fueron capacitadas en el programa de  Manipulación y Elaboración de Alimentos que fue impartido a través del Laboratorio de Asistencia Técnica (Asistec) de la Escuela de Alimentos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, iniciativa que fue financiada íntegramente por esta unidad académica, también recibió apoyo del Grupo Manantial del Movimiento Schoenstatt de Viña del Mar, quienes contribuyeron con el material para las clases prácticas y los alimentos para los intermedios de los cursos. Durante la actividad, Fundación La Semilla se hace parte para los efectos de acompañar este tipo de iniciativas que van en la linea de hacer promoción social a través de la capacitación y el acompañamiento.


Las beneficiarias que se dedican en su mayoría al comercio de carácter informal fueron contactadas a través de la Fundación Betania Acoge de Valparaíso, quienes contribuyen a la inserción laboral de jóvenes inmigrantes y madres de familia que viven en un contexto de alta vulnerabilidad social.

Los diplomas fueron entregados por el director de la Escuela de Alimentos, Jorge Saavedra, quien destacó la constancia de las mujeres, las que lograron certificarse en un 100%. Incluso algunas ya encontraron trabajo por lo que tuvieron que solicitar autorización para ir a buscar sus certificados. También participaron en la ceremonia, la gerenta de Asistec, Carla Crovetto y la jefa de capacitación, Lorena González.

Betania Acoge lleva más de cuatro años de funcionamiento, atendiendo a más de 100 mujeres en riesgo social, donde han logrado insertar en el mundo laboral a alrededor de 35 emprendedoras superando las dificultades del entorno social. Son mujeres que han pasado por situaciones muy tremendas, de mucho dolor, y cuando se les ha dado la oportunidad para cambiar su estilo de vida, las han aprovechado plenamente. Algunas ya están trabajando y obtuvieron autorización para recibir sus certificados. Con este tipo de iniciativas, se logra insertar a mujeres en un trabajo normal, lo que es un gran logro para nosotros. Es un tremendo signo de esperanza.



Dentro de los contenidos abordados en el curso, se incluyó la higiene en la manipulación de alimentos, los peligros de contaminación, las enfermedades de transmisión alimentaria y el almacenamiento seguro. En el ámbito práctico, las mujeres aprendieron sobre el lavado de manos, la desinfección y congelamiento de verduras, envasado y etiquetado de productos, pesaje y dosificación de ingredientes, elaboración de distintos tipos de pan y horneo de productos.

Fue una jornada de mucha significación y desarrollo sociolaboral para las mujeres certificadas.



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