martes, 16 de enero de 2018

NIÑOS APRENDIERON Y SE DIVIRTIERON EN EL PRIMER CAMPAMENTO DE VERANO 2018 ORGANIZADO POR FUNDACIÓN LA SEMILLA

Hijos de docentes y trabajadores de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) asistieron a la playa, visitaron una granja educativa y hasta bailaron y cantaron en su propio Festival de Talentos.


Una experiencia que difícilmente olvidarán vivieron cerca de 30 niños que participaron del primer Campamento de Verano 2018, organizado por Fundación La Semilla, en la Casa Central de esta institución social, en Hijuelas. Los pequeños demostraron su alegría y motivación, aprendiendo y divirtiéndose gracias a un grupo de entusiastas monitores, todos jóvenes voluntarios de la zona.

Los niños, todos hijos de docentes y trabajadores en general de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, durante una semana se integraron a distintas actividades, como un paseo a la playa, donde gracias a la entidad Freesport practicaron surf, canopi y slack line, entre otras disciplinas. También asistieron a “Todo Caballo”, un centro recreativo ubicado en el sector de El Garretón, en El Melón, oportunidad en que compartieron y aprendieron más sobre estos animales.

Además destacó la participación de los pequeños tras visitar la Granja Educativa El Magnolio de Hijuelas, en la realización de talleres artísticos, el fogón nocturno y en un entretenido Festival de Talentos, donde los niños y monitores se disfrazaron y se lucieron con originales presentaciones musicales y bailables. 


CEREMONIA DE CIERRE

Y el pasado viernes se llevó a cabo la ceremonia de cierre del primer Campamento de Verano 2018 de Fundación La Semilla. En la instancia se premió a cada niño por las cualidades positivas demostradas durante la semana, como también se galardonó a los monitores, quienes demostraron sus características como líderes responsables en su rol como encargados de este proceso.

Una de las voluntarias galardonadas, Macarena Araya, de 16 años de edad, comentó que “este fue mi tercer año en los campamentos, primera vez que asisto como monitora, antes solamente venía de apoyo, lo que también resultó ser una gran responsabilidad. La experiencia de este año ha sido muy buena, porque además el equipo logró funcionar sin problemas y muy unidos”.

Por su parte, Josefa Casanova (11), una de las participantes del campamento, expresó que “llevo cuatro años asistiendo a los campamentos, me ha gustado mucho la experiencia, he disfrutado de los juegos y los ‘tíos’ me cayeron muy bien”. 


Cabe mencionar que este programa de Fundación La Semilla se desarrolla cada año durante los meses de enero y febrero. Esta semana es el turno de los hijos de trabajadores de la empresa Chilquinta, para luego seguir con los campamentos sociales, con niños que residen en hogares.  



 

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